El uso de sinónimos es habitual al trabajar el posicionamiento SEO de un texto, sobre todo para evitar la repetición de una misma palabra clave. Sin embargo, entre los expertos en SEO no existe unanimidad sobre este punto, ya que algunos aconsejan su uso, pero otros los desaconsejan y afirman que es mejor ceñirse a la palabra clave elegida. ¿Quiénes están en lo correcto? Vamos a tratar de responder a esa pregunta a lo largo de este texto.

El uso de los sinónimos en SEO es una práctica común. Siempre que el texto lo permita y se introduzcan de forma natural, el uso de sinónimos será beneficioso para el SEO de los artículos.

Google publicó un artículo en su blog oficial ya en 2010 en el que recomendaba el uso de los sinónimos para mejorar el aprendizaje automático de sus motores de búsqueda. Años más tarde, uno de sus expertos en posicionamiento, Danny Sullivan, publicaba un tuit en el que aconsejaba el uso de sinónimos, explicando que dos usuarios podrían utilizar diferentes palabras para una misma búsqueda:

Entonces, ¿se deben utilizar sinónimos para mejorar el SEO? La respuesta fácil es que sí, al hilo de estos ejemplos. Sin embargo, en SEO nada es tan sencillo ni tiene una respuesta tan obvia. El algoritmo de Google valora que los artículos estén escritos en un lenguaje natural, por lo que solo se deberían utilizar sinónimos cuando se puedan introducir de la forma más natural y fluida dentro del texto. Es decir, no hacerlo por sistema, porque creamos que es lo correcto.

Un buen ejemplo sería el siguiente: en una página farmacéutica o un blog sobre noticias médicas van a escribir una noticia sobre un nuevo medicamento que tiene un nombre técnico largo y complicado, sin embargo, este medicamento tiene otro nombre «coloquial», que es el que suelen utilizar los usuarios. En este caso, el texto sí debería contener tanto el nombre técnico como el coloquial, ya que algunos usuarios utilizarán el nombre técnico en sus búsquedas y otros no.

Otra forma de utilizar los sinónimos en SEO es mediante Latent Semantic Indexing (LSI), en este caso no se trata de términos sinónimos como tal, sino de palabras relacionadas semánticamente con la palabra clave primaria. Por ejemplo, en un artículo sobre coches, se podrían utilizar palabras relacionadas como embrague, frenos o motor.

El uso de palabras LSI es más complejo de optimizar, ya que Google utiliza sistemas automáticos de aprendizaje. Por ejemplo, si dos palabras LSI tienen enlaces y, al pinchar en la primera, los usuarios regresan rápidamente al texto original (rebote), Google entenderá que la primera palabra no está relacionada y, por tanto, no la considerará como sinónimo. Sin embargo, si al pinchar en la segunda, sí se quedan a leer la web que se enlaza, Google sí la valora y la entiende como sinónimo.

Sin embargo, aunque se emplean habitualmente este tipo de palabras LSI en SEO, el verano pasado John Mueller, uno de los máximos expertos de Google en cuanto a posicionamiento, afirmó en un tuit que este tipo de palabras en realidad «no existen». ¿Se deben entonces emplear?

De todas formas, el uso de sinónimos en SEO está muy extendido y, siempre que estas palabras se introduzcan de forma natural dentro del texto, no deja de ser una buena práctica, que permite evitar el «keyword stuffing», es decir sobrecargar un texto con una sola palabra clave.

Los sinónimos solo deben utilizarse cuando no cambien el sentido de la frase. Si durante la investigación de palabras clave se descubre que los usuarios están buscando sinónimos y variantes de la palabra clave, entonces será una buena idea incluir esas variantes en el texto.

Nunca se deben utilizar sinónimos para sobreoptimizar un texto y, sobre todo, no se deben utilizar sinónimos cuando no tengan sentido. Por ejemplo, un artículo que hable sobre agua, nunca debería buscar una forma diferente de hablar del agua. En lugar de buscar un sinónimo para el agua, se debería centrar en palabras relacionadas semánticamente como salud, frescura o el origen mineral.