El economista británico John Maynard Keynes (1883-1946), considerado el ‘padre’ de la macroeconomía moderna, aseguraba en su libro ‘Teoría general del empleo, el interés y el dinero’ que en el año 2030 los trabajadores tendrán que cumplir tan sólo 15 horas semanales para garantizar la renta nacional suficiente que permita el desarrollo del estado del bienestar.

Esta utópica predicción parece estar un poco más cerca de ser una realidad si el uso de las nuevas tecnologías y la aplicación de los sistemas de gestión de la productividad asociados a su empleo van calando en el tejido sociolaboral, y se van trenzando en convivencia con el desarrollo de un marco legal adecuado a este nuevo modelo económico.

Algunas de las claves del futuro económico que comenzará a ser una realidad en los próximos años fueron desgranadas en la jornada ‘Las relaciones laborales del siglo XXI’, organizada por el Grupo Adecco, en el que expertos y profesionales compartieron conocimientos y experiencias que pueden servirles para abandonar el furgón de cola en el desarrollo de sus proyectos empresariales.

El salón de actos del Hotel San Antonio el Real fue el escenario del encuentro empresarial en el que participaron el presidente de la Federación Empresarial Segoviana (FES) Andrés Ortega y el director del Grupo Adecco en Segovia, Rafael Francisco, así como el concejal de Empleo y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Segovia José Bayón, que clausuró la jornada.

El director jurídico del Grupo Adecco, Javier Blasco, trazó un amplio y detallado panorama del nuevo marco sociolaboral emanado de los cambios que están comenzando a aplicarse en la gestión empresarial. Así, el trabajo por proyectos, las plataformas para ‘freelancers’ o la externalización de servicios son algunos de los sistemas que ya están comenzando a implantarse en la gestión de las empresas, y que están rediseñando también las relaciones laborales.

Blasco explicó que el uso del ‘internet de las cosas’ o la todavía incipiente llegada de la robótica cambiarán el modelo productivo de manera que los trabajadores y las empresas deberán buscar acuerdos para conseguir un marco regulador que garantice la seguridad jurídica y se combine con la productividad.

Así, señaló que en la actualidad el actual marco jurídico que delimita las obligaciones y derechos de los trabajadores y su relación con las empresas no contempla estas nuevas situaciones, lo que obligará a realizar una “autoregulación” a la espera de que los poderes públicos busquen soluciones adecuadas.

Blasco abrió también el debate sobre si el uso de las nuevas tecnologías supondrá una merma en el empleo, y aseguró que la revolución tecnológica “tiene amenazas y oportunidades que hay que aprovechar”. “Actualmente, estamos en una visión a medio camino entre si los robots nos van a quitar el trabajo o van a mejorar la productividad, la prevención de riesgos laborales o la conciliación familiar –aseguró- pero lo que es seguro es que en este nuevo modelo, la productividad sigue siendo una necesidad, porque sólo a través de las cuentas de resultados positivas se podrán incorporar nuevas mejoras a todos los niveles”.

Por su parte, el empresario segoviano Angel Luis Llorente, socio fundador de Globales S.L. puso sobre la mesa en la jornada algunas de las profesiones con más futuro emanadas de la nueva organización sociolaboral, mientras que el consultor jurídico de Adecco Outsourcing Manuel Peña habló sobre la externalización como vía de competitividad empresarial.