La transformación digital que se ha ido desarrollando desde principios del siglo XXI en la sociedad es un hecho, no sólo por su influencia en la manera que la gente se relaciona actualmente, sino que también ha tenido una repercusión empresarial realmente positiva en cuanto a beneficios y atracción de clientes potenciales.

La era de la digitalización ha supuesto la posibilidad de que las empresas puedan potenciar su crecimiento a través de ella, convirtiéndose así en el principal aliado para favorecer su posición competitiva.

Según el informe “Perspectivas de la pequeña empresa en España”, elaborado por KPMG Impulsa, tan sólo el 15,4% de pymes cuentan con las TIC, y un 5% en caso de microempresas. De aquellas pymes que sí las utilizan, un 39% afirma que esto ha cambiado la relación con el cliente, y el 34% que ha ayudado a reducir costes y a mejorar la eficiencia. Estas cifras son todavía muy bajas para la competitividad a la que una PYME debe hacer frente. Por ello, en este artículo explicamos la necesidad de adaptación de estas empresas a la realidad tecnológica actual para aprovechar al máximo su potencial y ventajas empresariales.

El primer paso debería llevarse a cabo por la figura del empresario jefe, el cual debe promover la adaptación, aplicación y enseñanza a sus trabajadores de la tecnología conveniente a utilizar de forma interna, como por ejemplo ofimática, programas de bases de datos, páginas web, redes sociales, atención telefónica al cliente, o uso del correo electrónico como método de comunicación.

Esta utilización de TIC no sólo mejoraría y facilitaría el trabajo a nivel interno, sino que también agilizaría los procesos y la operativa diaria debido a un incremento de productividad. Otros efectos serían por ejemplo la mejora de las relaciones con clientes, los cuales tienen la posibilidad de obtener mayor información y facilidad a la hora de establecer una comunicación más rápida y directa con la empresa, lo que llevaría a una personalización de servicios y una mayor sensación de satisfacción del cliente, además de la posibilidad de conocer y controlar más de cerca la competencia del sector en el que se encuentra la empresa.

Otro aspecto fundamental es la aplicación de estrategias de marketing digital, pues ello ayuda a una creación de imagen de marca, comunicación de novedades a través de redes sociales, generación de reputación, posicionamiento y visibilidad de cara al público. Y, por último, este proceso también serviría de gran ayuda a la hora de llevar a cabo el proceso de internacionalización de una PYME, ya que ello te pone en contacto directo con productores, consumidores y proveedores del país al que se quiera extender la actividad económica.

Entonces, una vez que sabemos qué ventajas tiene la digitalización ¿por qué algunos empresarios se muestran tan reticentes a adaptarse a ella? Normalmente, esta actitud es generada debido a que gran porcentaje del personal posee escasos conocimientos sobre las TIC, no solo a nivel de uso, sino a nivel de conocer las ventajas que ello proporcionaría, por ello, se necesita una mayor conciencia en lo que respecta a enseñar a los trabajadores las nuevas tecnologías. A parte del factor humano, otro motivo que frena a la adaptación son los costes que ello supone, por ejemplo, dedicar un departamento exclusivo al marketing, adquirir programas informáticos o dominios web, y sobre todo el coste de tiempo que supone el prestar atención a la continua transformación y adaptación digital, ya que la competencia es cada vez más exigente y hay que actualizarse a cada momento para no quedarse atrás.

Por tanto, es un hecho que tener una estrategia de marketing digital adaptada a la empresa, presencia en redes sociales, pagina web, ciberseguridad, o incluso base virtual de datos de clientes, proveedores, contabilidad digital, o programas informáticos, requiere tiempo y esfuerzo, pero proporcionará beneficios no sólo a largo plazo, sino que hablaríamos también de efectos a medio y corto plazo en términos de eficiencia, costes de producción, o satisfacción de clientes.

El papel que tiene aquí una Junior Empresa dedicada a este campo como AUREO, con miembros de la Facultad de Económicas de Albacete, es proveer información y asesoramiento en materia de digitalización, automatización de redes sociales, asesoramiento jurídico y contable o internacionalización, donde el precio de los servicios juega un papel secundario para nosotros ya que nuestro objetivo es que ambas partes aprendamos el uno del otro, pues somos conscientes de la importancia que supone este aspecto en un entorno empresarial altamente competitivo.

Y es que la parte positiva de recurrir a una Junior Empresa como la nuestra es la posibilidad de recurrir a jóvenes con conocimiento avanzado tanto en tecnología como en aspectos empresariales y jurídicos en busca de empezar a trabajar en ese campo. Por tanto, ya no hay motivo por el cual una PYME tenga reticencia a la digitalización por cuestiones de precio o dificultad, si se ve capaz, AUREO está a su disposición para un asesoramiento y ayuda personalizada.