El rediseño de un sitio web, ya sea propio de un cliente, es una parte esencial del marketing en la actualidad. Resulta esencial, según Search Engine Land, ya que la tecnología, las tendencias así como las expectativas de los usuarios cambian con el tiempo, y si quieres seguir siendo competitivo, deberás seguir el ritmo de esos cambios.
Sin embargo, esta tarea, si bien es esencial, también presenta ciertos riesgos desde una perspectiva SEO. Varias cosas pueden salir mal durante el proceso, estos problemas pueden hacer que los motores de búsqueda ya no vean ese sitio web como la respuesta autorizada a las consultas relevantes.
En algunos casos, ciertos errores pueden incluso dar lugar a sanciones; por tal motivo, a continuación te presentaremos algunos de los errores comunes de diseño web que pueden destruir el SEO. Conocer los riesgos potenciales pueden ayudarte a evitar cometer los errores que afectan tu tráfico de búsqueda orgánico.
Dejar el entorno de desarrollo rasteable/indexable.
Las personas manejan los entornos de desarrollo de muchas maneras diferentes, la mayoría simplemente configura una subcarpeta bajo su dominio. Algunos pueden crear un dominio estrictamente para el desarrollo; luego están aquellos que toman el tipo de precauciones para ocultar su entorno de desarrollo.
En general, los motores de búsqueda seguirán los enlaces e indexarán el contenido que encuentren en el camino, a veces incluso cuando les digas explícitamente que no lo hagan, eso crea problemas porque podrían indexar dos versiones del mismo sitio web, lo que podría causar problemas con el contenido y los enlaces.
Cambio arbitrario de nombres de imágenes en páginas que se clasifican bien.
Esto no siempre es un problema, pero si una página web está clasificando bien, cambiar el nombre de una imagen en esa página puede causar una pérdida de clasificación. Especialmente si el diseñador web no sabe lo que están haciendo.
Como parte del proceso de rediseño, reemplazan las imágenes antiguas por imágenes nuevas y más grandes, pero, al carecer de la experiencia adecuada, usan nombres de imagen estúpidos que proporcionan un valor de SEO cero.
Esto elimina una pieza vital de contexto que los motores de búsqueda utilizan para determinar dónde debe ubicarse una página web en particular.
Eliminar páginas o cambiar las URL de las páginas sin redirigirlas.
Durante un rediseño, es casi seguro que algunas páginas ya no serán necesarias. Los diseñadores web menos experimentados a menudo simplemente los eliminan. Otras páginas pueden ser movidas y/o renombradas, lo que en la mayoría de los casos, cambia su URL; en estos casos, los diseñadores web sin experiencia a menudo cambian estas URL y consideran que la tarea está completa.
Esto resulta ser un gran error porque algunas de esas páginas ya pueden estar bien clasificadas. Es posible que tengan enlaces entrantes que los señalen o que hayan sido marcados por los visitantes; cuando eliminas páginas que ya tienen enlaces entrantes, perderás todo el valor de SEO de esos enlaces, en algunos casos esto podría resultar en una pérdida drástica de la clasificación.
Sin embargo, el tema va aún más profundo, cualquiera que haga clic en esos enlaces o marcadores será recibido por una página 404. Eso representa un valor nulo para cualquier persona y, lo que es más importante, crea una experiencia de usuario negativa, esto es importante porque Google ha confirmado que la experiencia del usuario es un factor de clasificación.
No realizar un rastreo completo después de la migración hacia y desde el entorno de desarrollo.
Independientemente del método que utilice para la migración, está obligado a encontrar algunos errores, por lo general, primero migrará el sitio web en vivo a su entorno de desarrollo, y luego, lo enviará de vuelta al servidor en vivo después de haber realizado y probado los cambios.
Pero a veces, mientras se migra el sitio web completo al servidor en vivo, el contenido de las páginas y las publicaciones aún puede contener enlaces que apuntan a las páginas dentro del entorno de desarrollo.
Afortunadamente, la solución es simple, se puede usar una herramienta como Screaming Frog, que se ejecuta desde tu escritorio, o una herramienta basada en la nube como SEMrush, para rastrear cada enlace dentro de tu sitio web, esto incluye los enlaces de texto visibles en la parte delantera, así como todos los enlaces de archivos de imagen, JavaScript y CSS que están escondidos en el HTML de un sitio web.