La situación sin precedentes que todavía estamos atravesando como consecuencia del COVID-19 ha acrecentado el interés de muchas empresas por llevar a cabo su transformación digital, cayendo en ocasiones en el fallo de hacerlo de forma apresurada e intentando ahorrar el máximo dinero posible. Esto se debe a una falsa creencia de que para vender online simplemente hace falta tener una web en la que mostrar los productos, algo tan absurdo como pensar que para vender en una tienda física simplemente basta con alquilar un local y llenar las estanterías.
El entorno online se presenta en ocasiones como solución perfecta para llegar a clientes de todo el mundo desde cualquier lugar. Sin embargo, conseguirlo requiere tiempo, dedicación, esfuerzo y un apoyo por parte de profesionales cualificados y especializados en estas tareas.
Intentar vender online está al alcance de todos, conseguirlo es arena de otro costal. Muchas empresas se quedan por el camino por intentar tomar la ruta fácil y más económica, derrochando finalmente parte de su ajustado presupuesto en una solución a medias que no les traerá los beneficios esperados.
La web que te ha hecho tu primo no va a posicionar en internet
Cuando una persona busca abrir una tienda online muchas veces piensa en recurrir a su entorno cercano: ese primo al que se le da bien la informática, un amigo que hizo un curso hace años de iniciación a la programación, el conocido que tiene un blog, etc. En resumen, se busca a esa persona que pueda “hacer el favor” a un precio mucho más bajo.
Sin embargo, si se aspira a lograr algo es importante contar siempre con profesionales; especialmente en el desarrollo de la web. Una tienda online que no haya sido creada por un programador profesional siempre tendrá errores técnicos que le impedirán conseguir buenos resultados en Google. De hecho, estos fallos pueden hacer incluso que la web no funcione bien; que tarde en cargar, que no permita pagar, que no se puedan ver bien las opciones, que tenga fallos de seguridad y un largo etcétera.
Cómo esté una web a nivel técnico es clave para que consiga posicionarse en internet. Si no se cuenta con esa base por mucho que se quiera designar parte del presupuesto a un experto SEO este te indicará que lo primero que hay que hacer es solucionar cualquier tipo de fallo.
El profesional-orquesta perfecto no existe
Un error muy común en empresas que buscan empezar a trabajar su canal online por primera vez es pensar en contratar a un profesional que pueda encargarse de gestionar este canal en su totalidad. Esto, simplemente, es imposible.
No podemos encontrar a ningún profesional que sea capaz de llevar a cabo todas las acciones necesarias para nutrir un canal online. Aún derivando el mantenimiento web a un programador externo es imposible que una persona pueda encargarse de todas las tareas necesarias para que una tienda online sea exitosa. Es decir, estaríamos hablando de alguien que pueda encargarse de analizar los parámetros SEO a mejorar y se encargue de implementarlos, que suba lo productos y redacte textos únicos para cada uno de ellos, que planee y ejecute la estrategia de contenidos para el blog, cree todas las creatividades necesarias para todos los canales online y nutra y gestione las redes sociales… Y, encima hacer todo esto, lo haga bien.
En este caso sería mucho más interesante destinar este presupuesto SEO a una agencia con profesionales especializados en cada una de las áreas necesarias para hacer crecer un negocio online.
¿Con qué hay que contar para vender online?
Aunque los recursos necesarios y la forma de organizarlos dependerá mucho del sector, si se aspira a tener una tienda online que realmente resulte un buen apoyo para un negocio físico ha de contarse al menos con los siguientes puntos:
Un buen desarollo web: La web tiene que haber sido creada por un profesional para que esté libre de cualquier fallo o problema técnico. No sirven desarrolladores amateurs, opciones en las que compras páginas ya desarrolladas dentro de un subdominio o similares.
Asesoramiento SEO por parte de profesionales: Nada de opciones low cost, pagar por posicionar solo ciertas urls o acciones por el estilo. Si de verdad quieres vender tendrás que aparecer en Google y para hacerlo necesitas una estrategia desarrollada a tu medida.
Textos bien redactados: Puedes elaborarlos tú mismo o confiar en un profesional pero han de seguir siempre ciertos parámetros básicos para posicionarse en Google. Una web sin contenido no aparece en los buscadores pero, además, también genera desconfianza en el usuario. Lo ideal es contar con un profesional especializado que redacte textos únicos para cada categoría y producto, incitando a la compra y pensados para mejorar el SEO.
Redes sociales profesionales: Puedes contar con el apoyo de profesionales que te ayuden a desarrollar tu estrategia o delegar directamente estas acciones en un community manager. Publicar por publicar no vale, todo tiene que ajustarse a una estrategia.
Tiempo y paciencia: Empezar a vender online no es algo que se logre de la noche a la mañana, es importante ser conscientes de que hasta la mejor web necesita un tiempo para obtener resultados.