Los servicios en la nube están creciendo a ritmo vertiginoso ya que solucionan de forma modular y relativamente sencilla las necesidades del software en la nube, pero ¿de qué se tratan realmente estos servicios?
El concepto de nube puede hacer referencia a varios casos y situaciones particulares que se mezclan y crean un concepto muy abstracto y a veces confuso. Puesto que parece que no hay un lugar físico de donde provengan estos servicios que tienen apariencia de ser flotantes y difusos en el aire.
Pero la realidad dista mucho de la idea genérica que se ha generado sobre este tipo de servicio. Lo que se refiere a la nube en realidad hace referencia a que el cómputo, cálculo o procesamiento se hace en un ordenador o computadora ajena a la que se utiliza para visualizarlo. Esta visualización se transmite a través de internet sin que sepamos de qué dispositivo proviene.
Así, uno de estos equipos, denominado servidor, tiene la capacidad de brindar servicios de variados tipos a muchos clientes de forma simultánea y modular. En la categoría de computación en la nube tenemos varias divisiones importantes que debemos conocer de antemano:
#1: Software como servicio
Denominado también SaaS por sus siglas en inglés (Software as a Service) El primero de todos es el más sencillo de comprender, todos alguna vez hemos utilizado algún software en nuestro ordenador o laptop de forma local. El servicio en sí sobre el SaaS se trata de permitir a un usuario remoto o cliente utilizar un programa o aplicación determinada, la cual se ejecuta en un ordenador remoto pero que se visualiza de forma local. Esto puede hacerse a través de otro software de visualización o el propio navegador web.
El servidor (equipo remoto) es el que hace los cálculos por lo que utiliza su propio poder de cómputo. De esta forma, el equipo local solo debe enfocarse en recibir los datos para mostrar a través de una conexión a internet. Esta ventaja nos permite ahorrar en equipos informáticos a adquirir ya que equipos de mejor rendimiento son los más caros. Un buen ejemplo de software como servicio es lo que proporciona la web comercial de WordPress.
#2: Almacenamiento como servicio
Denominado también STaaS por sus siglas en inglés (Storage as a Service) se trata de brindar un espacio o cuota de almacenamiento digital para que el cliente pueda almacenar archivos, editarlos, visualizarlos y compartirlos, de modo que siempre estén disponibles a través de internet.
Las ventajas en comparación con el almacenamiento local son claras, ya que por una contingencia se pueden perder todos los archivos o ficheros importantes, los cuales requieren necesariamente una copia de seguridad periódica y regular. Estos servicios se han extendido popularmente como, por ejemplo: Google Drive, Microsoft OneDrive y Dropbox, entre otros.
#3: Infraestructura como servicio
Denominado también como IaaS por sus siglas en inglés, este tipo de servicio en la nube se caracteriza por brindar acceso a los clientes en materia de hardware virtualizado, es decir, a instancias de máquinas virtuales con todo lo que requieren para funcionar como servidores. Así es posible lograr algún objetivo de servicio específico.
El mejor ejemplo de esto es el denominado hosting o alojamiento web, se trata de un espacio de almacenamiento para subir los archivos correspondientes de un sitio web, y un paquete de software que se requiere para su correcta visualización en los navegadores de los clientes.
Existen muchos tipos de este servicio en el mercado, y mucha competencia al ser tan popular, por lo que puede ser necesario buscar algún proveedor de hosting de calidad que no comprometa el rendimiento del sitio web en general.
Además, es posible acceder y contratar otros recursos de software y servidores virtuales completos (hosting VPS) para aplicaciones más concretas y personalizadas.
#4: Plataforma como servicio
También denominado PaaS, se basa en brindar una estructura completa para que los desarrolladores creen sus aplicaciones y se almacenen en un servidor remoto. La ventaja evidente es que la publicación es inmediata y el software desarrollado está siempre listo para ser probado y servido a los clientes a través de internet.
El desarrollo, mantenimiento, conectividad y demás aspectos inherentes están administrados por la plataforma en sí. Es evidente que se trata de un servicio por excelencia destinado a los desarrolladores, ya que brinda todo lo que se necesita de forma integrada y accesible a través de cualquier navegador web.
Además de las ventajas evidentes y anteriormente explicadas, podemos encontrar las siguientes en cualquiera de los tipos de computación en la nube:
Los costos de mantenimiento disminuyen: El equipo informático local disminuye radicalmente, esto sucede al tener que incorporar únicamente equipos de baja gama ya que solo deben ser capaces de visualizar, dar entrada de datos y conectarse a internet. El resto del equipo fuerte lo posee el proveedor y es quien debe ocuparse de su correcto funcionamiento, mantenimiento y demás.
La disponibilidad aumenta de forma global: Los archivos, programas y otros recursos se encuentran disponibles para cualquier dispositivo con la única condición de que disponga de acceso a internet. De esta manera es posible independizarse de la ubicación física para garantizar el acceso a estos recursos.
Permite la colaboración por equipos de forma integral: La disponibilidad simultánea y administrada a través de cierto software de control de versiones nos permiten trabajar colaborativamente sobre el mismo archivo o documento, de forma que ya no se requiere editar y enviar un montón de revisiones a todos los miembros del equipo. De esta forma, todos tendrán siempre la versión final.
Mejora la accesibilidad a usuarios con menos conocimientos: Muchos de estos servicios corren bajo una interfaz gráfica de usuario donde el cliente administra sus propias opciones y características contratadas del servicio. De esta manera se amplía el alcance hacia usuarios con menos conocimientos técnicos.
Aunque existen otras características que representan una clara desventaja, como el tema de la seguridad de los datos sensibles de la organización, el modelo de computación en la nube presenta un gran crecimiento. Su enfoque permite ahorrar en costos innecesarios cuando se adquieren prestaciones computacionales fuera de las necesidades específicas. En varios modelos de negocios cloud, el proveedor incluso permite una facturación por unidad de tiempo (hora, minuto o segundo de computación) permitiendo al cliente pagar solo por lo que usa.