La publicidad, como la conocemos, está en franca decadencia. Las personas quieren escuchar menos de lo maravillosas que son las marcas, sus productos y servicios, y más de cómo sus propuestas de valor resuelven sus dolencias, necesidades y deseos. Si las empresas desean tener una presencia relevante en redes sociales, deberán cambiar su discurso y encontrar contenidos creativos de forma y de fondo. Adiós a los formatos de anuncio tradicional, bienvenido el contenido de formato orgánico, original y espontáneo potenciado con alcance pagado.

WhatsApp entrará de lleno al mundo de la publicidad y se integra con la principal plataforma conversacional de Facebook: la bandeja de entrada de la página, donde ya se encuentra Instagram. Los anuncios de WhatsApp se integrarán al Administrador de Anuncios de Facebook.

El Comercio Social será la clave para las empresas. Facebook integra pagos dentro de la plataforma en México, en la tienda de la página y en messenger.

Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) en México entrarán a la etapa de madurez en el conocimiento y manejo de las Redes Sociales, comprendiendo de lleno que deben asignar personal y recursos en ellas, que incluye asignar inversión publicitaria y romper el mito de “las redes sociales deben ser gratis”.

Invertir en reach, después de varios años tratando de emular la canción de Roberto Carlos con su famoso “Yo quiero tener un millón de amigos” (Si la leyeron cantando delataron su edad). Las marcas se han dado cuenta que lo que invirtieron en estar en los feeds del mayor número de usuarios posibles, así como de sumar seguidores a sus comunidades, ahora tiene que convertir en data y ventas. Porque, ¿realmente es rentable una estrategia así donde el porcentaje de conversión no llega a veces al 1%?

Poner photo opportunities sólo porque sí. En los recientes años hemos visto como las marcas han gastado el recurso del photo opportunity con neones con frases, exceso de flores y vegetación artificial, espejos gracias a doña Yayoi Kusama. Se han convertido en la evolución a esa pared con logos donde la gente se tomaba fotos para presumir que iban a una red carpet. El problema es que ya se volvió tan cotidiano que la gente ha dejado de aparecer en los que ponen las marcas porque saben que están regalando publicidad.

La voz se consolida. Desde Siri en el iPhone, hasta Alexa, el uso de la voz como input en los sistemas de información cobra una mayor relevancia. En México va más lento, pero casos como la banca por voz de Capital One en EUA, cambiarán por completo el paradigma de tener que interactuar en alguna ventanilla del banco a dar órdenes a un asistente casero. Hay una gran oportunidad para todo tipo de servicios y desarrolladores locales que entiendan el contexto y las necesidades mexicanas.

Los fabricantes toman el control del contenido. Ya se habían tardado. Los fabricantes de pantallas y dispositivos de entretenimiento se empezarán a aventurar a ser distribuidores de contenidos que lleven su sello. Es sencillo, podrás ver un contenido sólo si tienes cierta pantalla. Esto abre un mundo enorme de especulaciones y nos hace pensar en un posible cambio en la forma en que se venden las pantallas ya que vendría involucrada publicidad y manejo de data. Claro, no dejemos de lado una guerra de propietarios de contenidos por ser parte de estos nuevos canales de distribución. ¿Se imaginan una membresía de estos fabricantes que aglomere todos los servicios de streaming en una sola por un menor costo, sólo por comprar y usar su pantalla?

La publicidad tradicional. 2020 será el año del cliente. Ya no se trata de tratar de convencer a las personas para que compren, la prioridad irá en torno a ofrecer grandiosas experiencias de cliente que harán que las personas vuelvan por más. Ya no basta con decirle al usuario que tus productos son geniales, la gente está saliendo y haciendo su propia investigación. Por lo tanto, debes darles algo más que información. ¿Qué hace exactamente un gran CX? Eficiencia, conveniencia, servicio amigable, y opciones de pago fáciles, son factores que las personas valoran más en su experiencia del cliente. Pero también incluye tecnología actualizada, personalización, experiencia móvil fácil y accesible, el diseño y el branding también suman a la experiencia general del cliente.

Cada vez más marcas están entendiendo lo que blockchain puede hacer por sus negocios. 2020 podría ser el año los que pongamos en práctica esos conocimientos. En esencia, blockchain permite transacciones entre dos partes sin la necesidad de verificación por parte de terceros. Más bien, se basa en el consenso de toda la comunidad. Más allá de los altibajos del Bitcoin, blockchain, es la tecnología subyacente de las criptomonedas, la cual ha demostrado que estable, segura y está aquí para quedarse. De hecho, parece que 2020 podría ser el año en que comencemos a ver una verdadera tracción en el uso de blockchain en el marketing.

Sobre todo en el momento de mejorar la transparencia, blockchain tiene el potencial de abordar un par de fallas subyacentes en marketing y publicidad: fraude publicitario y transparencia en las cadenas de suministro.

De acuerdo con Juniper Research, el año pasado los anunciantes perdieron un estimado de $20 mil millones de dólares por fraude (https://www.juniperresearch.com/press/press-releases/losses-from-online-payment-fraud-more-double-2023). Como resultado, algunos de los nombres más reconocidos de la industria, recurrirán a blockchain en busca de soluciones para combatir el fraude, buscando la transparencia en la compra de medios digitales. Otros, optarán por utilizar blockchain en el proceso de compra en sí, quizás permitiendo a las partes comerciar directamente utilizando su propia criptomoneda. Libra de Facebook, por ejemplo.

Automatización basada en AI. En los últimos años hemos visto un incremento de empresas que usan tecnología y automatización impulsadas por inteligencia artificial para apoyar en sus esfuerzos de marketing. AI es una de las principales tecnologías detrás de la búsqueda por voz y los asistentes inteligentes. También han hecho posible chatbots cada vez más “inteligentes”, que ya están en cada vez más sitos web.

Sin duda, tecnología, automatización e inteligencia artificial facilitan el trabajo pesado en marketing, para que podamos centrarnos en la estrategia y crear una gran experiencia del cliente. Sin olvidar que el aspecto humano del marketing sigue siendo los más importante, por lo que la idea es utilizar la tecnología para mejorar nuestros procesos en marketing, no reemplazar a las personas reales detrás de ellos.

El Big Data, apoyado por AI y análisis predictivo, también ayudará a las marcas a aprender más sobre su audiencia y clientes, permitiendo la hiperpersonalización de las experiencias de los clientes.

Ya desde el año pasado se veía el final de los Likes como una métrica significativa. Con la decisión de Facebook e Instagram de ocultarlos al público (no a los dueños de las cuentas), su utilidad para “demostrar” influencia o relevancia será casi nula. Desde hace años algunos hemos dicho que no son una buena métrica de casi nada y parece ser que esto reivindica esta postura.

El contenido orgánico va a ser descontinuado. Pocas cosas dan menos resultados hoy en dia que el contenido orgánico. En un artículo breve, pero magnífico Avinash Kaushik, la única persona en el mundo digital que merece en mi opinión el término Gurú, sugiere algo que para muchos podría parecer una herejía: Dejemos de una vez de hacer contenido orgánico. Hay evidencia de sobra para esto. En vez de perder tiempo, dinero y recursos publicando contenido chatarra hagamos lo que él llama Social Built-In. Es algo que involucra una visión totalmente diferente de parte de un negocio. Se trata de hacer cosas que realmente se puedan medir y que estén planeadas para que la gente hable por iniciativa propia de las mejores partes de tu negocio. No, no significa meterle pauta a todas tus publicaciones. Va mucho más allá. Si quieren saber más, aquí está al artículo completo (https://madmimi.com/p/71b1be). Es algo que haríamos bien en empezar a poner en práctica este año.