Mucho se ha hablado de la necesidad de las empresas de implantar su propia estrategia digital, pero en los últimos tiempos, debido a la crisis de la Covid-19 esto se ha puesto mucho más de relieve. En este artículo, revelaremos la importancia que ha tenido en estos momentos tan críticos y por qué, en el futuro, las empresas que aún no han implantado este tipo de estrategias deberán hacerlo, hasta el punto de poder en riesgo su supervivencia futura en el caso de no hacerlo.

Pero, primero de todo, es necesario definir qué es la estrategia digital. En un principio, partimos de dos premisas fundamentales, por un lado la digitalización de las empresas y, por otro, la implantación de estrategias de marketing digital. En el primer caso, hablamos de la posibilidad de poder automatizar diferentes procesos, en la mayoría de los casos administrativos, que permiten optimizar los procesos productivos de la empresa y, con ello, proporcionar un mayor rendimiento empresarial.

La digitalización necesita de unos objetivos

Ahora bien, la digitalización de esos procesos empresariales necesita de unas estrategias de implantación, desarrollo y ejecución, con unos objetivos claros y asumibles. Y esto no es otra cosa que aplicar el marketing digital. Es evidente que digitalizar unos procesos y una empresa sin tener claro el por qué, el para qué y el cómo, no sirve de nada.

Para llevar a cabo todo este trabajo es recomendable contactar con expertos que puedan ayudar a la empresa para planificar una estrategia digital, que nacerá de un análisis exhaustivo de su entorno, de su competencia, de su situación de punto de partida, de sus objetivos y necesidades, así como de su público objetivo y de su consumidor actual. Sólo con ese análisis se puede crear esa hoja de ruta para llegar a lo que la empresa busca.

La importancia de la estrategia digital

Vivimos en un mundo cada vez más digital, en donde el consumidor se informa cada vez más a través de diferentes fuentes digitales: buscadores como Google, redes sociales, medios de comunicación, influencers, etc. El consumo se orienta, cada vez más a todos esos productos y servicios que buscamos en la red o nos recomiendan los prescriptores digitales a través de múltiples plataformas. Y todo ello, de una manera masiva, a través ya no de un ordenador, sino directamente a través de un Smartphone.

Por otro lado, vemos las empresas necesitan de la automatización de procesos para su rentabilidad. Primero de todo, porque los procesos administrativos son mayores en la medida en que el volumen de trabajo y de facturación de las organizaciones crece. Tener que incrementar la plantilla por este motivo puede ser inasumible por costes laborales, haciendo que la empresa no sea viable. Si, además de todo esto, añadimos la posibilidad de medir y comparar un sinfín de parámetros y datos que nos ofrecen los softwares de gestión, no hay la menor duda que las ventajas son numerosas.

La necesidad de visibilidad

Pero, de nada sirve asumir una costosa inversión en este tipo de programas, si la empresa no se da a conocer en la web a través de estrategias y acciones que le den visibilidad. Una de las herramientas más conocida es la página web. Esta plataforma deberá estar cuanto mejor optimizada posible para que nuestros consumidores nos puedan encontrar. En esto consiste el SEO y, cualquier empresa del siglo XXI debe acometer la inversión necesaria para optimizar su web y realizar ese conjunto de estrategias y acciones que dotarán de presencia a la empresa en los buscadores.

La experiencia del año 2020

Con poco más de medio año 2020 recorrido, una de las conclusiones más evidentes que se ha extraído de este extraño y crítico momento es la necesidad de digitalización de las empresas. Diversos estudios concluyen que las empresas que ya habían acometido su digitalización han salido reforzadas de esta complicada situación.

El caso más paradigmático ha sido el de la venta online y es un fenómeno global, en la medida que se ha experimentado en todos los países del mundo. En un mundo paralizado por la pandemia mundial de la covid-19, que tenía a la población confinada en casa, la venta online ha sido prácticamente la única actividad económica más allá de los servicios esenciales.

Cómo digitalizar mi empresa

Internalizar un proceso de digitalización en una empresa es una tarea imposible. No basta con crear una página web en una plantilla. Como hemos dicho, esto no sirve de nada sin una estrategia detrás, que establezca unos objetivos. Es por ese motivo que necesitamos de profesionales que nos ayuden con este trabajo.

Y, cuanta más experiencia y casos de éxito nos propongan, mucho mejor. Es importante también que analicemos los servicios que nos ofrecen y cómo van a implantar todas estas acciones dentro de la estrategia que nos están proponiendo.