Fue en 1997 que programé mi primera página web sin editor alguno, a base de editar código HTML creé una página que para los estándares de la época cubría mis necesidades, a partir de entonces en mayor o menor medida he creado un buen número de páginas, aunque nunca profesionalmente sino más bien como una especie de aficionado avanzado o ayudando a dar mantenimiento o realizando cambios menores en sitios existentes

Recientemente me vi ante una situación peculiar, un buen amigo me pidió ayuda para renovar un par de landing pages en su sitio web y si bien no me considero un experto en diseño web, tengo el conocimiento suficiente de los requerimientos técnicos que ello implica. La situación es la siguiente, el sitio web, bastante limitado, fue diseñado por él, que se dedica a comercio internacional y por consiguiente tanto en diseño como en habilidades tiene limitaciones, lo cual es comprensible. Fue necesario ponernos en contacto con la persona que administra el hosting donde su página está alojada para pedirle acceso al control panel y poder empezar con el trabajo.

Desde hace un par de años incursioné en wordpress, que es una plataforma CMS bastante amigable y gratuita, por consiguiente, la decisión natural fue la de usar dicha plataforma para este desarrollo particular.

ADVERTISING

La conversación con la persona a cargo ha sido una de las experiencias más extrañas que me haya tocado vivir, de entrada, una actitud francamente evasiva al preguntar ¿Qué es lo que desean hacer? La respuesta fue simple, quiero instalar wordpress en el alojamiento para diseñar una página y su respuesta me dejó atónito y la cito textualmente –Dejamos de aceptar páginas hechas en wordpress porque son muy vulnerables, necesitan mucho mantenimiento de actualizaciones y programas antihackers y antivirus y hackeaban al menos 2 veces al año a nuestros clientes, déjame ver si te lo podemos hacer con una carta de bajo su propio riesgo y librarnos de todo mal, amén- remataba esta declaración con un emoticono de una cara riendo a carcajadas.

Mis necesidades habían quedado establecidas y se negaba, continué preguntándole si eran administraba un hosting puesto que en ese momento ya no me quedaba claro que tipo de servicio ofrecía y me respondió -Hasta donde se es uno que subrentamos (sic) y es compartido pero tenemos varios, Deja ver con cuál de nuestros partners y como están, Porque sé que hay unos aislados y me parece que el de uds. es especial por eso mencionó lo de que tal vez con carta funcione pero sinceramente NO lo recomiendo, es muchísimo mejor php o hacerlo por programación pues wordpress con puras páginas pre hechas genéricas-.

Para este momento me quedaba claro que no deseaba cooperar, entonces pregunté por un plan B -¿podrían dejar el dominio alojado y redirigirlo a otro hosting? Y nuevamente su respuesta fue épica -Si, aunque tampoco es conveniente porque entonces google no te posiciona- empezó a divagar con otras excusas para tratar de disuadirme y tuve que hacer la pregunta directa -Pregunta directa: ¿Pueden hacer el re-direcionamiento cuando lo pidamos?- fue al responder que su inquietud me quedó clara -Yo puedo hacer lo que uds. me pidan, yo solo doy mi opinión para que no se diga luego el y porque no me lo dijiste-.

Aquí lo interesante es esto, no iba a perder un cliente puesto que no lo estaba atendiendo, iba a seguir alojando el dominio en su servidor y recibir el pago correspondiente, solo se le pedía algo simple y quería mantener las cosas igual.

WordPress, con sus virtudes y defectos es la plataforma CMS más usada en el mundo con más de 75 millones de sitios web construidos, la vulnerabilidad de la plataforma está ligada de forma directa a la seguridad del servidor donde esté alojada, puedo ver que si las páginas de sus clientes sufren ataques dos veces al año no es algo que esté ligado directamente al CMS sino a su propia seguridad. Lo que si me irrita es la ligereza con la cual se opina sobre un tema de este tipo.

Hace algunos años un mecánico le dijo a mi hermana que el problema con su auto era el sistema de inyección de combustible diciéndole -el fuel injection no sirve, hay que quitárselo y ponerle carburador- en una forma rudimentaria estaba tratando de conservar un cliente porque su conocimiento y experiencia no le permitían competir, por lo tanto, esperaba que el cliente regresara a un nivel que si le resultaba familiar.

¿Cuántas veces nos topamos con una situación así con nuestros clientes? Pseudo expertos que viven en una zona de confort y no se atreven a moverse no se si por el esfuerzo que implica adquirir el nuevo conocimiento, por falta de capacidad o por desconocimiento, pero que lejos de ayudar a sus clientes los mantienen en la oscuridad porque estos saben aún menos.

No se trata de que ofrezcamos a nuestros clientes, sea cual sea su negocio, que implementen herramientas o tecnologías de última generación, hay ocasiones en que tecnologías que tienen tiempo en el mercado funcionan suficientemente bien y eso cubre sus necesidades, pero el querer mantenerlos en el mismo lugar, sabiendo que existen opciones mucho más eficientes o mejores sólo porque implica más trabajo es un problema ético importante.

Es aquí donde la actualización continua cobra importancia, si queremos competir como profesionales tenemos que estar un paso delante de las necesidades de nuestros clientes y en aquellas áreas que están más allá de nuestro conocimiento poder nosotros mismos acudir con expertos que nos ayuden a disipar las dudas. No podemos ser expertos en todo y preguntarle al que sabe no es solo un ejercicio de humildad sino de proactividad y responsabilidad hacia nuestro cliente.

Todos en nuestro negocio tenemos una idea de aquello que necesitamos saber y en lo cual necesitamos actualizarnos, desarrollarnos, crecer.

En la medida que nuestro conocimiento y experiencia aumenten, estaremos en una mejor posición de ofrecer mejores soluciones a nuestros clientes y como consecuencia, mantenerlos como nuestros clientes.