La presencia de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad ha sido más que notable desde hace unos años hasta hoy en día. Éstas han sido utilizadas por muchas personas para tareas tan cotidianas como leer el periódico, tomar el café o hacer alguna compra. Ir al quiosco ha cambiado por la lectura rápida de alguna red social a través de cualquier aparato electrónico, encender la cafetera ha evolucionado a pedir un café a una máquina mientras conducimos y el hecho de no encontrar algún producto o artículo en casa ha dejado de preocuparnos, ya que segundos tras darnos cuenta de ello lo pedimos a través de alguna página web que nos lo transporta a casa en cuestión de horas o, como mucho, unos días.

La percepción del mundo ha cambiado y, por tanto, muchas personas están tratando de adaptarse a una nueva sociedad, más tecnológica. Los que se han visto más obligados a someterse a ciertos cambios han sido los negocios tradicionales, intentando ponerse al día de todas las novedades posibles. Los propietarios de tales empresas han intentado (y conseguido) ofrecer sus servicios a través de la web por varios motivos: seguir llegando de manera más fácil a sus fieles clientes, poder alcanzar público nuevo, competir con nuevas empresas, innovación, etc.

Primer paso para crear una página web

Las empresas interesadas en abrir una nueva plataforma virtual deben, en primer lugar, registrar un dominio web antes de ponerlo en marcha. Se trata de una tarea bastante sencilla y rápida de conseguir, sobre todo, con la ayuda de páginas web que verifican los dominios libres de manera confiable y totalmente gratuita. El usuario tan solo debe introducir un nombre cualquiera en el campo de búsqueda y acto seguido verá un listado de opciones que pueden ser viables para su propio web site. A veces, el nombre el dominio web en el que el usuario está más interesado ya está ocupado, por lo que el sistema ofrece una gran variedad de otros nombres similares que sí están disponibles. De esta forma, se permite escoger entre varias alternativas.

Una vez elegida la opción preferida por el cliente, el dominio queda automáticamente registrado para que la página pueda ponerse en marcha de manera inmediata. Esta herramienta ahorra, sobre todo, tiempo a la hora de buscar y comprar dominios. Además, cabe destacar que los precios de plataformas de este tipo son bastante asequibles.

También es importante decir que los datos personales de los dominios registrados son a veces fáciles de encontrar, debido a su accesibilidad en las bases de datos de propiedad de dominios denominada WHOIS, pero las plataformas creadoras, aquellas de fiar obviamente, pueden ofrecer políticas de privacidad a sus usuarios, tanto para grandes como para pequeñas empresas.

¿Cuál es el mejor nombre para mi dominio?

Algunos consejos a seguir para elegir el mejor dominio son:

– Que éste tenga un nombre atractivo y fácil de recordar para que sus clientes, tanto reales como potenciales, puedan volver a acceder a la web.

– Que sea relevante para el público al que se desee llegar.

– Que evite tener caracteres especiales o números. Conviene que use ‘unicode’, es decir, mismos caracteres para un solo código; por ejemplo: sólo letras.

– Se recomienda comprar los dominios más parecidos al que se vaya a utilizar como principal para que así, si las personas interesadas en acceder a la página web se equivocan al escribir puedan encontrar lo que buscan igualmente. De esta forma se consigue proteger la marca.

– Es conveniente incluir en el dominio las palabras claves que se relacionen con el negocio, ya que desde esta forma será más fácil el posicionamiento de la marca en los buscadores y, por tanto, será más rápido encontrada por aquellos que la estén buscando.

– Siempre será de gran utilidad comprobar si el nombre elegido pertenece a una marca ya registrada o si aparece como protegido por derechos de autor de una compañia existente.

– La extensión de dominio se elegirá según la zona en la que opere nuestro negocio. Si opera tan solo en una ciudad se elegirá la extensión de dicho país.

– En caso de no encontrar como disponible un dominio, no hay que quedarse mucho tiempo pensando en el nombre perfecto, ya que los que en un primer momento no nos lo parecen pueden ir desapareciendo rápidamente.

– Los dominios no deben estar basados en tendencias momentáneas, ya que el futuro no garantiza que vayan a seguir teniendo la misma popularidad.

– El nombre elegido no debe tener connotaciones negativas en otros idiomas. Será una forma de asegurarse que no se ofenda nadie.

Todos estos pequeños ‘tips’ se ofrecen a modo de ayuda por las plataformas creadoras de dominios para facilitar al cliente su tarea desde el minuto uno y que éste disfrute de un servicio completo desde el primer momento en el que decide emprender su aventura web.