Seguro sabes que Google es una empresa que busca innovar constantemente. Además de ser el motor de búsqueda más popular del mundo, ha destinado gran parte de su presupuesto a constantes investigaciones tecnológicas como realidad aumentada y automóviles autónomos.

De acuerdo al índice Qualcomm de la Sociedad de la Innovación 2015, sólo 33% de las empresas mexicanas cuentan con una política de innovación digital. Y tal vez este porcentaje se deba a que no saben que la tecnología, ahora más que nunca, está al alcance de pequeñas y medianas empresas y no solo de grandes empresas como Google.

En la actualidad muchos de los productos y servicios más valiosos e innovadores pertenecen a startups, como es el caso de Uber, Airbnb o Dropbox.

La innovación implica tomar en cuenta una infinidad de criterios, a veces muy especializados, es por esta razón que me di a la tarea de crear cuatro claves para que elijas la tecnología más adecuada para tu proyecto.

Con estos puntos podrás determinar tus opciones, tomar la mejor decisión y ¿quién sabe? Podrías convertirte en la empresa innovadora del mañana.

1. Determina tus objetivos

Lo primero es definir qué quieres lograr, cómo lo vas a hacer y cuándo vas a iniciar. Pregúntate si lo que ofrecerás es un producto tangible apoyado en la tecnología o si es un servicio 100% tecnológico y digital.

¿Quieres potencializar tu despacho contable con una app móvil?, ¿Quieres reducir el tiempo de respuesta en atención a clientes con una aplicación de escritorio? O tal vez deseas una plataforma digital de ventas alojada en la web.

Tómate el tiempo necesario para diseñar tu estrategia. Pareciera que no hay mucha diferencia, pero con ésta especificación podrás saber cómo destinar tus recursos y las características a considerar en el desarrollo de la plataforma.

2. Piensa en costos y licenciamiento

El tema más delicado para Pymes y startups es el costo de las tecnologías. Lo primero que debes hacer es establecer un presupuesto máximo y de ahí explorar tus opciones; se trata de comprar tecnología inteligentemente.

Los programas Opensource no tienen costo y debido a que su código está “abierto” a modificaciones, pueden ser adaptados a las características particulares de cada negocio.

El Software as a Service, es como una renta parcial de una licencia. Al estar alojado en la nube, es ideal para proyectos no tan largos y para un número determinado de personas.

En cambio si tu proyecto es a largo plazo, deberías considerar la compra permanente de un programa; incluso puedes apostar por el desarrollo propio de una aplicación.

Explora distintos proveedores, las soluciones más caras no siempre significan las mejores; te sorprenderá saber que tal vez la herramienta que buscas es totalmente gratuita, por lo que en lugar podrás destinar tu inversión a un asesor en tecnologías digitales.

También toma en cuenta que existen programas de financiamiento y aceleradoras de negocio dispuestas a apoyar tu proyecto.

3.- El dónde define el cómo

De acuerdo a tus objetivos piensa en los dispositivos que necesitarás para ejecutar tu plataforma y la interfaz que será necesaria para la misma. Estos detalles darán paso a las funcionalidades y características que deseas que ésta tenga.

Una aplicación móvil, es aquella que está optimizada para dispositivos como smartphones y tablets. Su descarga es a través de app stores y se deberá tomar en cuenta el sistema operativo del dispositivo en el que quieres que funcione, ya sea Android, iOS o Windows.

Una app web es aquella a la que se puede acceder por medio de un navegador como Safari o Chrome. Su alojamiento es totalmente virtual y no requiere de una descarga. Éste tipo de apps se pueden utilizar tanto en equipos de escritorio como en móviles y ayudan a reducir los costos de soporte y mantenimiento del sistema.

Por último, las aplicaciones de escritorio, comúnmente llamadas “programas”, son aquellas que se pueden descargar o instalar en nuestras computadoras. No necesitas de una conexión web para acceder a ellas (aunque algunas ya lo requieren para validar tu licencia de uso).

Cualquiera que sea la opción que elijas, procura mantenerla simple, ordenada y con capacidad de respuesta. Piensa en tu público objetivo y eso te dará la pauta para desarrollarla.

4. Implementación

La tecnología es lo más fácil, el cambio es el gran reto. Es muy importante asesorarnos de lo que vamos a adquirir para poder sacarle el mayor provecho y presentar algo único a nuestros posibles clientes.

Ofrecer una nueva manera de hacer las cosas puede derivar en escepticismo por parte de los usuarios o clientes. Por esto mismo es indispensable permitirles que hagan preguntas y escuchar sus preocupaciones, de esta manera generaremos confianza y con la retroalimentación podrás ir mejorando tu propuesta.

Al monitorear el uso de tu app puedes saber si, por ejemplo, necesita modificaciones y mejoras de experiencia de usuario y usabilidad.

La creación de estrategias correctas, en conjunto con innovación tecnológica, han demostrado ser una de los principales diferenciadores y elementos de ventaja competitiva. Desafortunadamente, muy pocas organizaciones se animan a incursionar en esta combinación, aquí es donde startups y PyMEs tienen su oportunidad.

En realidad no existe una fórmula definida para el éxito digital, pero en medida que analices adecuadamente tu proyecto, tomes en cuenta a los usuarios, y encuentres la manera de aprovechar la tecnología, verás más y mejores resultados.